Tipos de Restauración


Podemos considerar tres corrientes predominantes en la práctica actual de la restauración:

Restauración Científica.
También llamada de Museo. Este tipo de restauración se hace a las obras de arte destinadas a ser colocadas en un museo o en una exposición. Su objetivo es preservar la pieza teniendo en cuenta la identificación visual de las intervenciones para garantizar al observador la autenticidad de cada una de sus partes. Excluye cualquier alteración a nivel de forma. Por ejemplo, la pieza reparada recupera su técnica y forma, pero los reintegros no se ocultan,al contrario, resultan evidentes. Ejemplos típicos son los jarrones o vasijas en ceramica o barro prehispánicos que vemos en los museos.

Restauración Estética-funcional.
En este tipo de intervención, el restaurador opera en pleno respeto de las características estructurales y de composición del objeto, tratando de devolverle, hasta en los mínimos detalles, su aspecto original. Para esto, recurre a las tecnicas y a los materiales utilizados en el periodo de la creación de la pieza. En este caso las intervenciones serán ocultadas, la sostitución ex-novo de partes será evitada y limitada al máximo solo cuando no será posible reparar alguna parte original que comprometa la función original. Esto sucede a menudo en la restauración de muebles de época, los cuales deberán ser reutilizados.

Restauración Comercial.
Este tipo de intervención tiende a "renovar" el objeto a través de las siguientes prácticas:
-Sostitución de partes dañadas que con podrían recuperarse luego de una paciente restauración.
-Transformación estructural para satisfacer la exigencia funcional.
-Operaciones de limpieza y consolidación hechas en modo drástico.
-Alteraciones de estilo para adaptar la pieza al propio gusto estético.

Estas prácticas se deben considerar negativas ya que comprometen la autenticidad de la obra.

En 1987, en Italia, se definió la "Carta 1987 de la Restauración de los objetos de arte y cultura", la cual nace de la necesidad de reglamentar los procesos y la ética de la restauración. Esta carta fue promovida por el CNR (Centro Nazionale di Restauro) junto con otros organismos de tutela del patrimonio.



Pero la cuestión no es tan simple si la consideramos desde el punto de vista teórico e histórico. En este caso podemos hablar de tres principales áreas:


1) La de Violet Le Duc: la restauración "a modo", es decir, a los monumentos, pinturas y esulturas  se les tenía que devolver su antigua gloria con técnicas y materiales utilizados en la época de la obra. Esto quería decir que la parte integrada no debía ser percibida. Le Duc veía a la restauración como un ejercicio de racionalidad, donde los elementos perdidos podían ser restituidos para poder alcanzar la idea original, siempre que se encontrara la motivación que le daba origen a esa idea: decía que no se trataba de mantener, reparar o rehacer, se trataba de restituir su estado completo e ideal, su perfección independiemtemente de su verdadera historia. 


2) La de John Ruskin: "Restauración sin restauración". Es el "Antirestoration movement",  es decir, que no debe hacer ningún tipo de intervención y dejar que las obras sean testigos del pasar del tiempo. 

Más que una metodología, la doctrina de John Ruskin debe entenderse como una auténtica filosofía de la conservación de bienes culturales. Las opiniones de John Ruskin sobre el cuidado de los monumentos no se pueden extrapolar de su teoría general de la arquitectura y el arte, a su vez enmacarda dentro de su concepto de la armonía del mundo: John Ruskin se convierte en teórico de la conservación, y ciertamente en uno de los más destacados, sólo una vez que ha desarrollado una multiplicidad totalizante de problemas que engloban y sumergen a la restauración en su tratamiento general del arte, de la arquitectura, del trabajo, de la moral, de la justicial social. Desde estos designios sociológicos y a la vez cosmológicos, la obra de arte es considerada como signo irremplazable de la actividad humana y, como tal, debe conservarse en toda su integridad con un respeto y una abnegación religiosa. Si bien la actividad crítica de Ruskin es, en sus más importantes aportaciones, anterior a las docrtrinas de Eugène Viollet-le-Duc, el crítico inglés combatió con contundencia la restauración estilística, también difundida como práctica habitual por las Islas Británicas. La oposición entre las doctrinas de Eugène Viollet-le-Duc y John Ruskin no se resuelve en un litigio sobre cómo intervenir sobre los monumentos. En realidad, representan dos mundos espirituales diversos, que plantean el tema de la restauración desde puntos de partida radicalmente diferentes. Eugène Viollet-le-Duc era, un hiatoriador, arquitecto y constructor, apasionado de los avances de la Historia del Arte y portador de todo el optimismo de la nueva cultura positivista e industrial que plantea la restauración con una visión concreta, operativa y plena de confianza. A John Ruskin le debemos considerar más bien como un esteta, un sociólogo, un escritor y crítico de arte, un literato, en definitiva, que sumerge su consideración del monumento en un nivel poético, ético e ideal. De ahí que su doctrina haya sido denominada por algunos autores como restauración romántica, aunque, como decimos, más que un método de restauración, Ruskin enuncia una posición frente al monumento que, frente a la intervención activa de la  restauración estilística, propugna una postura limitada al mantenimiento y a la estricta conservación. Ambas posiciones ocuparon la parte central del siglo XIX, cuando el historicismo del idealismo y el romanticismo se había transformado en método. Pero el contexto de la Inglaterra victoriana era distinto al de la Francia del III Imperio: la agitación del debate sobre la arquitectura gótica fue igulamente ejemplar, pero la discusión se llevó a unos fervoros términos espirituales y religiosos que esclarecen la originalidad de la doctrina de Ruskin.




3) La de Camillo Boito, arquitecto, crítico de arte y escritor de narrativa italiano: "Restauración Filológica". Se refiere al reconocimiento de la intervención, es decir, respetar las adiciones que tengan valor artístico, que con el tiempo se han hecho sobre la obra con el producto que a su vez tutelan y testimonian el pasar del tiempo. 

Sus aportaciones al mundo de la conservación y la restauración, como parte del mantenimiento del patrimonio se basan en varios estilos según el inmueble sobre el que se pretende actuar: 

 • Restauración arqueológica, en las ruinas y monumentos de la antigüedad, con claro valor arqueológico. Aquí se impondrá la conservación técnica y obligada, siempre con carácter mínimo y una gran diferenciación con los elementos y materiales nuevos incorporados. 

• Restauración pictórica, en edificios medievales, cerca de los criterios románticos y respetando su condición antigua y evocadora. 

• Restauración arquitectónica, en eficicios clásicos (renacentistas, barrocos y más recientes). En ellos se aconseja una unidad estilística más cercana a los principios de Eugène Viollet-le-Duc, que asegure la belleza arquitectónica del inmueble. 

PRINCIPIOS BASICOS: 
1.Respeto a la segunda historia: Aqui hace referencia a los estratos o capas en una obra, las con sidera ya que son importantes por servir como un testimonio del tiempo en el cual las realizaron. 
2. Mayor importancia a la instancia historica. 
3.Anteponer la conservacion a la restauracion. (a partir de Boito se determina la unidad potencial). Camilo inicia una diferenciacion de los elementos que se intervienen. 

DIFERENCIACION EN LA RESTAURACION. 
1. Inmuebles arqueologicos deben presentar una minima intervencion. 
2.Inmuebles pintorescos (edad media, gotico y romanico) 
3.Inmuebles historicos apartir del renacimiento.



A partir de éstas areas se desarrollan diferentes tipos y modos de restauración:



Restauración Histórica. Indica la necesidad de que las adiciones a la obra se deben  basar en documentos históricos - Beltrami.


Restauración de consolidación. Consiste en un conjunto de operaciones  necesarias para restablecer un nivel adecuado de seguridad al monumento / obra /artefacto.

Restauración de la recomposición. Consiste en la reconstrucción de un monumento fragmentado  del cual se tienen las partes que lo conforman.

Restauración  libre. Consiste en la eliminación de partes adicionales consideradas de  poco valor histórico y artístico.

Restauración a completamiento. Consiste en la adición de partes de acuerdo con el criterio de detectabilidad o reconocimiento.

Restauración innovativa. Añade una parte significativa de nueva concepción que a veces  es necesaria para la reutilización del artefacto.

Restauración Crítica. El momento metodológico del reconocimiento de la obra de arte, en su consistencia física y en su doble polaridad, estética e histórica, para la transmisión hacia el futuro.


En la actualidad se busca intervenir después de un estudio detallado de la obra y asi poder respetar su integridad y valor artístico-histórico.



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