Arte&Restauro: 2012

domingo, 13 de mayo de 2012

LUZ RASANTE - Método diagnóstico.

Las fotografías que se utilizan para documentar pinturas y obras de arte suelen hacerse con luz difusa, es decir, recreando, incluso artificialmente, las condiciones de iluminación que hagan más legible la composición y los colores de la obra. En otras palabras, estas fotografías son tomadas tratando de eliminar cualquier reflejo especular de la superficie, pero al mismo tiempo tratando de satisfacer tanto como sea posible las condiciones normales de observación de la obra.

El primer paso a fin de examinar una pintura y obtener nueva información de su estado de conservación y de la técnica con la que se ha ejecutado consiste en iluminarla con un haz de luz rasante sobre la superficie.

antes de la aplicación de la luz rasante

Con luz rasante se entiende aquel haz de luz paralelo o con un ángulo muy reducido en realción a la superficie que pone en evidencia, gracias al gran contraste que se ontiene, todos los defectos de dicha superficie. La luz rasante hará ver hasta los más pequeños desprendimientos o pérdidas de estracto pictórico y de la preparación guiándo, en este modo, al restaurador en la intervención local.

con luz rasante

particular con luz rasante

Estudio preliminar-diágnostico.

Antes de cualquier intervención es necesario estudiar el objeto con atención y decidir el tratamiento más adecuado. Hay que recopilar la máxima información posible, fotografías, antecedentes historicos, ambiental, antecedentes de restauración, etc. Esto nos ayudará a determinar la causa del deterioro, que puede provenir tanto de defectos internos del objeto, degradación natural, errores de elaboración o externos, golpes, ambientes dañinos. Estos datos nos permitiran iniciar la fase diagnóstica así como elegir el tratamiento y los materiales a usar. Se deberá documentar todo el proceso con fotos del antes, durante y después para una futura restuaración. En muchos casos la intervención sobre la pieza es nula o mínima, ya que el deterioro proviene de agentes externos, la mera modificación de estos es suficiente para su conservación.

En relación al proceso diagnóstico, se pueden utilizar las siguientes técnicas:

LUZ RASANTE.

Sobre la Restauración

En su significado más auténtico, la restauración no es sólo un arte sino una actitud, un modo de acercarse a la obra de arte que se ha dañado que difiere completamente de una reparación cualquiera. Es un intento por preservar y devolver a las piezas su estado original, pero sin eliminar del todo los efectos del tiempo.

La restauración no debe renovar la obra, o añadir inadecuadas integraciones que puedan distorsionar su naturaleza o función original. La restauración debe limitarse cuando sea posible, en recuperar la integridad o, en el caso del mueble, su función original. Muy a menudo, el común restaurador aplica un método que, si bien satisface las necesidades de los clientes, no toma en cuenta el valor artístico y cultural del objeto. Este es uno de los puntos más controvertidos y delicados de esta actividad; el esfuerzo que el restaurador tiene que hacer es salir de una mentalidad anticuada de "reparador" o “renovador” para dar un salto cualitativo que tiene en cuenta la preservación de un patrimonio que se puede perder o dañar.

Restaurar significa entonces, viajar a través del objeto y llegar hasta su origen, hasta entender el pensamiento de la persona que le dio vida y así poder intervenir en el modo más adecuado sin afectar su integridad. Una técnica útil es tratar de ponerse en los zapatos de quien creó la obra de arte. Observar bien cada pequeño detalle y preguntarse cómo y por qué se utilizó un preciso material en lugar de otro para después actuar de consecuencia.