Antes de cualquier intervención es necesario estudiar el objeto con atención y decidir el tratamiento más adecuado. Hay que recopilar la máxima información posible, fotografías, antecedentes historicos, ambiental, antecedentes de restauración, etc. Esto nos ayudará a determinar la causa del deterioro, que puede provenir tanto de defectos internos del objeto, degradación natural, errores de elaboración o externos, golpes, ambientes dañinos. Estos datos nos permitiran iniciar la fase diagnóstica así como elegir el tratamiento y los materiales a usar. Se deberá documentar todo el proceso con fotos del antes, durante y después para una futura restuaración.
En muchos casos la intervención sobre la pieza es nula o mínima, ya que el deterioro proviene de agentes externos, la mera modificación de estos es suficiente para su conservación.
En relación al proceso diagnóstico, se pueden utilizar las siguientes técnicas:
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